Otra tradición que tenemos
que mantener, y en ello estamos: disfrazarse, divertirse, bromear con los
amigos que no te reconocen con la cara tapada (¿verdad, Esteban?), y merendar
chocolate con fayuelos.
Por supuesto, con el
correspondiente concurso de disfraces y premios en categoría infantil y de
adultos, individuales y grupos.
Y después, para recuperar
fuerzas, la chocolatada con fayuelos o con churros, que sobre gustos...